La coyuntura actual ha generado cambios drásticos en el consumo. La pandemia ha destapado una realidad cada vez más patente: la compra online es el futuro. ¿O deberíamos decir presente? Porque en realidad ya ha aterrizado en nuestras vidas y todo apunta a que ha venido para quedarse. Los consumidores valoran la rapidez y comodidad de la compra online, ya que se ahorran los desplazamientos, las colas y las aglomeraciones de las tiendas físicas

El sector de la cosmética y perfumería, que viene experimentando crecimientos notables o en los últimos años, también ha visto como el comercio electrónico se ha visto favorecido por el COVID-19. En Europa, el crecimiento de las compras online es de un 12% interanual. La realidad actual es un modelo de negocio mixto en el que conviven las tiendas físicas con el comercio electrónico y la venta online. Además, el sector de la cosmética ha dejado de ser un terreno exclusivo del público femenino, los hombres se han unido con fuerza a este mercado y también compran todo tipo de productos a través de Internet. El retail ya no está asociado necesariamente a un establecimiento físico, sino que puede desarrollarse desde otros canales. Sea cual sea este canal de venta, el objetivo siempre será satisfacer las necesidades del cliente final. La dificultad para probar los productos cosméticos in situ, debido a las medidas de seguridad e higiene, hace pensar que el e-commerce se consolidará cada vez más.

Pero para introducirse en este mercado online, ¿cómo logramos cumplir un plazo máximo de entrega de 24-48 horas laborables?, ¿cómo afrontamos este notable incremento en el número de pedidos?, ¿cómo evitamos errores en la preparación? Un ejemplo podría ser Beautyprof, en Italia, que maneja un catálogo online de unas 16.200 referencias. La gestión del almacén, sin duda es calve en este negocio ya que la presión logística para los envíos hace necesario una agilidad capaz de manejar más de 200 pedidos diarios. La optimización del proceso y los tiempos de entrega y almacenaje de las mercancías entrantes son una de las piedras angulares de este negocio.

Los sistemas de automatización intralogísticos, son soluciones de automatización escalables en función del volumen de negocio que aumentan la velocidad y estabilidad de los procesos, lo que se traduce en una mejora de la productividad. Estos sistemas robotizados, de alta fiabilidad, se fundamentan en una reducción drástica de los procesos manuales de colocación y preparación de pedidos, y el ahorro de costes asociados a dichos procesos manuales. Además, se consigue un mejor aprovechamiento del espacio al compactarse la zona del almacén destinada a la preparación manual.  Al mismo tiempo se tiene un conocimiento exacto del stock, en tiempo real. Integrado con el sistema de gestión del almacén.