Grandes almacenes cerrados, tiendas cerradas: la crisis de Covid podría llevar a la desolación de muchas calles comerciales en España. Incluso antes de la pandemia del coronavirus, muchos centros urbanos tuvieron que lidiar con escaparates vacíos y los comerciantes locales no pudieron mantenerse con la competencia de Amazon, eBay y similares. En muchos casos se ha intentado experimentar con nuevos conceptos: desde galerías temporales hasta la creación de otras cadenas.

El bloqueo ha dado un nuevo impulso a la digitalización. Incluso los clientes que antes no compraban digitalmente ahora frecuentan las tiendas virtuales. Las ventas se han trasladado de forma permanente al comercio online, y esto ha afectado especialmente al sector de la confección. Las grandes cadenas tienen más probabilidades de sobrevivir y esto reduce aún más el atractivo y la diversidad de los centros urbanos.

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Los centros urbanos se enfrentan a un triple tsunami: un cambio estructural en el comercio minorista, la digitalización y la pandemia Covid-19. En general, este es un desafío al que el sector minorista no se había enfrentado nunca antes.

Muchas farmacias en centros históricos y en ubicaciones centrales también están experimentando una pérdida de clientes (de paso), se prefieren las compras sin contacto para los cosméticos y caminar por la ciudad para ir de tiendas con un amigo es casi cosa del pasado. En Gran Bretaña, la cadena de farmacias Boots ya ha tenido que cerrar temporalmente 60 tiendas debido a la crisis de Covid, especialmente en aeropuertos y en ubicaciones céntricas de la ciudad.

El centro debe de seguir siendo un lugar al que a los ciudadanos les encanta ir, y no solo para ir de compras. Se pueden crear nuevas iniciativas, de las que incluso la farmacia puede beneficiarse o en las que incluso puede participar activamente. Desde el cabaret hasta la música callejera, que al mismo tiempo sirve de promoción para los artistas, pasando por las nuevas ofertas gastronómicas y el mercado local semanal, todo es posible para atraer gente a la ciudad y promover la identificación con el centro de la ciudad.

Los negocios privados, incluidas las farmacias, forman parte de los gustos y costumbres de los visitantes y, a su vez, dan forma a la singularidad de los centros de las ciudades. Pero la digitalización ahora también ha dejado su huella en sus clientes. ¿Qué se puede hacer para atraer clientes a la ciudad?

Al canal «online» se le debe prestar una mayor atención. Esto no significa que deba de ser propiamente un negocio online, pero si que puede tratarse de ofertas digitales en el local, o la posibilidad de reservar productos y recogerlos sin contacto. En este contexto, las farmacias tienen una variedad de opciones creativas, desde el pedido anticipado por teléfono, el servicio Click & Collect y el terminal de recogida de productos pedidos por adelantado o la caja de autoservicio. Se permite todo lo que sea «cómodo» para el cliente. Al mismo tiempo, cabe destacar lo que hace que el comercio minorista sea único: elcontacto personal, la conversación y el asesoramiento. De esta manera, los comerciantes y farmacéuticos crean un vínculo emocional con sus clientes que los impulsa a regresar a la ciudad para la próxima compra, incluso si la tableta o el teléfono inteligente están a mano en casa.