Aunque nos parezca que lo es, el teletrabajo no es nada nuevo. A mediados del siglo pasado ya comenzamos a ver a las primeras amas de casa que aportaban un sueldo extra para la economía familiar con las ventas por catálogo o las ventas demostración. Dependiendo de las habilidades comerciales, llegaban a ser una fuente de ingresos importante para a familia.

En estos últimos meses hemos visto cómo la llegada del Covid-19 ha obligado a adoptar y generalizar unas medidas de seguridad, que para muchas empresas ha supuesto tener que adoptar el modelo de teletrabajo para la mayoría o una gran parte de sus empleados.

En España, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2019 solo el 4,8% de las personas ocupadas teletrabajaban. Durante el confinamiento esta cifra se elevó al 34% y hoy en día se estima que un 8,3% de la población activa ya lo hace de forma habitual. Comienzan a haber regulaciones sobre este modelo de trabajo y, en muchas empresas definitivamente se está probando su eficacia, así que se establecerá como un modelo natural total o parcialmente.

Muchas farmacias han visto reducido su número de clientes por día ya que están emplazadas en zonas de oficinas y, sin embargo, las farmacias de zonas más residenciales han absorbido a esos clientes que ahora trabajan en casa. En ambos casos hay una oportunidad de cambiar el modelo de negocio para poder atraer clientes a la farmacia. Parece que la compra online y el consumo de proximidad son las dos tendencias principales.

En este escenario, las farmacias necesitan tener una relación constante con sus clientes habituales, adaptarse, igual que han hecho sus clientes, a las nuevas formas de comunicación y relación. La venta online de productos de venta libre ya es una realidad en muchas farmacias. La clave es cubrir los espacios de tiempo que han dejado sus clientes que ya no van a la oficina con nuevos modelos. Analizar el customer journey de los clientes y encontrar los puntos clave de contacto.

Las farmacias de zonas más residenciales que han visto una oportunidad de retener a esos clientes que ahora trabajan desde sus casas, de alguna forma, se tienen que adaptar a los horarios laborales, que desde casa parece que están siendo mucho más intensos, según algunos estudios recientes. Para estas farmacias, posicionarse como referente para sus nuevos clientes, acostumbrados a utilizar la tecnología de forma natural, supone un reto también. Herramientas como la automatización para dedicar tiempo a servicios y pacientes, la digitalización de la farmacia para poder comunicar y dar soporte en las ventas tanto fuera, como dentro de la farmacia, o los sistemas de recogida a cualquier hora del día, son fundamentales para aumentar el número de operaciones por día.