Gestionar una farmacia durante una emergencia sanitaria no es fácil. El inicio de la pandemia SARS-CoV-2 demostró que nadie estaba preparado para afrontar la situación desde diferentes puntos de vista, empezando por la organización del espacio.

La prisa por comprar pantallas protectoras de plexiglás, gráficos para señalar el distanciamiento: estas son medidas que ciertamente protegen a los clientes, pero pueden no ser suficientes para los miembros del equipo de la farmacia, que, a pesar del uso de EPIs, pasan mucho tiempo en contacto con los pacientes, pero también entre sí (y a menudo sin suficiente espacio para garantizar la distancia de seguridad, especialmente en la búsqueda de productos en las cajoneras).

Por tanto, incluso más que en otro tipo de establecimientos comerciales, en la farmacia existían varios factores que contribuían a complicar la situación: largas colas, limitación de personas en el interior, productos guardados en cajoneras, son solo algunos de estos. .

Seguramente existen herramientas que pueden ayudar a simplificar la gestión de una situación, que de por sí ya es muy compleja. Aprovechar la tecnología para hacer que el lugar de trabajo sea más seguro puede ser la solución.

Son muchos los farmacéuticos que prefieren trabajar con cajones, pero también hay cada vez más, los que han decidido instalar un robot en su farmacia, y el hecho de haberlo insertado en la farmacia antes del estallido de la pandemia fue un auténtico acierto. De hecho, durante la primera oleada, los sistemas de almacenamiento automático permitieron gestionar las solicitudes de forma más rápida, eficiente y segura, incluso en una situación de escasez de personal.

Sin embargo, en la actualidad, los robots ayudan a los empleados a trabajar de forma más segura. ¿Las motivaciones?

• No es necesario salir del mostrador: cada uno de ellos puede asociarse a una salida de dispensación de producto, lo que garantiza una distancia segura entre los miembros del personal.
• Gestión de recetas: recordar todos los productos de memoria con la receta electrónica, puede ser difícil por decir lo menos, porque a menudo es necesario buscar más de una vez. Este no es el caso del robot porque es capaz de gestionar la receta directamente, evitando el contacto entre el equipo
• Dispensación segura: el robot prácticamente nunca falla. Cada cliente será atendido más rápido y con la seguridad de que el producto dispensado es el correcto.

El robot permite repensar los espacios de manera más eficiente, permitiendo no solo optimizar el espacio en el almacén, sino también hacer que el entorno de trabajo sea más seguro para el personal.

El target de la farmacia va cambiando con el tiempo: los nuevos clientes son millennials que han crecido en plena evolución tecnológica, acostumbrados a comprar online, pero que sobre todo carecen de un recurso fundamental: el tiempo. La emergencia sanitaria ha aumentado estas necesidades de forma exponencial. Una farmacia equipada con soluciones tecnológicas como terminales de recogida o mostradores de autopago es capaz de dar una respuesta completa a estas necesidades. Sin dejar de lado que, por ejemplo, herramientas como terminales de recogida del producto incluso fuera de la farmacia, sin necesidad de permanecer demasiado tiempo en un ambiente cerrado. Por otro lado, las cajas de autopago también reducen el tiempo de permanencia dentro de la tienda, permitiendo a quienes lo necesitan recibir un asesoramiento más preciso sin el peligro de reunirse.

La tecnología es capaz de ayudarnos en momentos de mayor dificultad, como el que estamos afrontando. No aprovecharla sería una oportunidad perdida.